Deberías pasar aunque sea un día en mi cabeza y experimentar todo lo que me cuesta haberte conocido, será porque aún no te entiendo y porque tienes una manera peculiar y malévola de jugar conmigo como si nada ... como si yo no importara mucho y aún cuando no estás solo. Me alejo y no puedes dejarme tranquila de alguna forma perturbadora te aseguras de estar presente en mis días, que eran días sin ti y ahora son confusión, ahhhh te odio en verdad a veces lo hago ... me molesta mucho que seas tan egoísta y que todo lo que tenga que suceder entre nosotros sea cuando tú lo dispongas, y me odio a mi porque cedo a tus caprichos sabiendo de antemano que los pedacitos de mi nadie los recogerá ... y que me costará mis noches sin dormir y unas cuantas lágrimas tratar de no pensarte.
Otra vez vi esa foto en particular y recordé esa noche de diciembre, soy una tonta pero es que tus señales enredadas solo hacen que me pregunte cuánto es que quieres esto, cuánto más podré aguantar tus idas y venidas como si no importara nada ... honestamente quisiera no haberte mirado como lo hice esa noche y no pensar que todo esto tendría sentido ...
Quizás sea eso lo que me gusta de nosotros que no tenemos sentido, que es fácil escapar, duele como mierda, creo que los dos ya nos hicimos daño suficiente en esta guerra fría, en la que pretendemos que todo sigue bien entre los dos cuando han quedado muchas cosas sin decir, sin hacer, nuestro error fue no pensar en lo que hacíamos y querer seguir siendo tan engreídos y desenfadados ...
Todo lo que cuesta olvidar tus ojos y tu sonrisa y muchas otras cosas ....
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