miércoles, 21 de noviembre de 2007

Trago de la vida ....


Nunca había caído en la cuenta de las maravillosas propiedades del alcohol y los poderes que tiene para ser el primer paso en una conversación, o el empujoncito en una reunión para mirar de manera provocadora a alguien que llama tu atención o como es que es un simple pretexto para salir con amigos y no tan amigos cada vez que se pueda.
Por experiencia sé que el alcohol nos deja un riquísimo dolor de cabeza después de una larga noche o porque no una tarde de copas con los amigos, soy consciente que nos hace hacer locuras y cosas que jamás haríamos sobrios, a algunos nos pone bailarines a otros nos hace hablar de cosas que nadie tendría que saber, a mí simplemente me sonroja la cara, primera señal que ese vaso en mi mano habrá de causar estragos a la mañana siguiente o tal vez en los próximos minutos.

¿Qué tomar? esa es la pregunta ... y siempre tendré la respuesta lo que sea en vaso lleno jajajaja, tuve mi época de ron como todo chibolo micio en las tardes en el Olivar con Josué, Manuel e Inés. En la universidad seguí con el rico ron ... aquellas ofertas de grifo que ahora no puedo tolerar, después de aquella reuna en casa de Fico y de mi nueva amistad con una maceta no quise saber más de él, no pueden negarme aquellos asiduos a la sofertas griferas que desde entonces la pepsi o la 7up saben a ron así no tengan una gota de el.

Después empezó mi temporada Vodka, gracias a aquellas reunas en casa de Alex con el buen Ivanoff, Boristitoff, Zar Peter y cuanto nombre extraño apareciera y costará poco se nos cruzara frente, admito que esta época dejó recuerdos memorables y sin espectáculos desagradables, como lo quieres, moderatto, alegretto o piola, la respuesta es alegretto al menos esa era la mía jajajaja, sí me gusta el alcohol como pueden haberse dado cuenta.

Desde hace dos años entré en mi temporada PISCO!!!! sencillamente porque es delicioso en todas sus presentaciones, Pisco Sour, Algarrobina, Chilcano, Res o como sea me gusta incluso puro en concurso de secos o con limón y sal a lo tequila mexicano.

Pero dónde se quedó mi buena amiga Chela, como me dicen mis amigos de la natación no por razones alcohólicas claro todo fue una mera coincidencia, pues bien la chela quedó conmigo desde que la conocí, nunca diré que no a un vaso o muchos vasos de chela en donde sea, en Elos, en Jamón Bar, en un parque, en mi casa, en una parrillada, en un almuerzo o cena con amigas, siempre tendré conmigo una cerveza heladita como me gusta para tomarla en tres tragos o cuatro tragos depende del vaso claro. Llego a la conclusión que una vez que pruebas tu primera chela no podrás abandonarla así que arriba Backus porque sin ese líquido elemento tan bueno no podría existir ja!.

Se preguntarán y el vino que fue? pues bien no me gusta el vino tinto, adoro el vino blanco helado es demasiado bueno y siempre cae bien, por otro lado el tinto es bueno sino hay otra cosa, no debe gustarme tanto porque con dos copas estoy alegre cosa que no me pasa con el resto de bebidas alcohólicas, en sangría me gusta más y si la he pasado horrible después de una borrachera con vino, este dolor de cabeza es el peor puedo jurarlo.

Pero estoy convencida que no es cuestión de edad, el trago es de la vida no hay una etapa en que lo dejas siempre está con nosotros en diferentes cantidades pero está, y hasta hoy no me quejo, abajo los vasos vacíos.





1 comentario:

Ricardo Milla dijo...

La magia que puede realizar un poco de fermentación en distintos insumos. Beber: uno de los placeres y displaceres más grandes de la vida.